Como ya sabemos todos el gobierno federal no pedirá un préstamo para contrarrestar los efectos de la epidemia en la economía mexicana. Y la razón es muy sencilla: para lograr el control total de México, una especie de nuevo estatismo similar al de Echeverría, es necesario destruir el capital privado.
Pemex y CFE volverán a ser monopolios. Un logro que poco a poco van consolidando. Y con esto regresarnos 50 años.
La epidemia le cayó como anillo al dedo simplemente porque la inversión del capital privado del tamaño que sea, una tiendita, un negocio personal, una empresa mediana, será imposible en el nuevo modelo económico.
Y ahí es donde entra el gobierno federal. El estatismo y el paternalismo regresan. donde el gobierno federal será la gran fuente de trabajo. Y entonces, en vez de sólo generar dos trabajos de cada 10, se consolidara como creador de nueve de cada diez.
y así entre epidemia y un plumazo regresan a México al tiempo de las cavernas. Allá por los 60 y principios de los setentas, pero con un pequeño problema.
Las reservas petroleras de México como las que estaban en cantarel ahora son minúsculas en comparación. Así que toda esa idea de que México = petróleo ya no se puede reconstruir.
De hecho ya no lo hace ni siquiera Arabia Saudita. y es que ligar el nacionalismo a la producción petrolera es un grave error. las reservas son minúsculas y los precios están por los suelos. Y la inmensa ceguera y terquedad de López Obrador, no lo deja ver lo obvio.
Nuestro nuevo Echeverría, cumplirá su cometido de destruir la economía mexicana, pero no sabemos qué tipo de estatismo nos espera.
Y mientras tanto el 90% de los mexicanos nos vamos a la bancarrota. Bienvenido a la nueva normalidad
