Lo que no te dicen...
Verano de 1982 regresábamos de la cacería de palomas, mi primo 13, mi hermana 13 y yo de 14 años usabamos rifles de diábolos para no perder oportunidades nos poníamos los rifles por dentro del chaleco y arriba de los brazos de modo que pudiéramos maniobrar las bicicletas veníamos jugando carreras y yo gane el rifle cargado y listo para disparar llegué a la casa de mis abuelos y en vez de sacar el rifle por el lado del cañon lo saco por el lado de la culata con lo que la punta del cañon sale hacia mi cuerpo el gatillo se dispara justo cuando el cañon pasaba por el costado de mi abdomen un zumbido raro y pánico inmediato digo no pasa nada me levanto la camisa y veo un hueco sin sangre sólo un ardor único me bajo de la bicicleta y vagamente recuerdo lo siguiente no recuerdo si aventé el rifle mi hermana y mi primo entrando a la casa entro y gritando el rifle se me disparó y me dió mis tías en terror mi abuelo no pasa nada que bueno que no era la escopeta tu tranquilo montado en una camioneta y al hospital de Miguel Aleman Tamaulipas en una camilla a rayos x mis papás llegan de McAllen intentan tranquilizarme pero veo el miedo en sus ojos resultado de los rayos x penetración de 15 cm en diagonal hacia abajo del intestino grueso pláticas entre doctores y mis papás llamada a Monterrey vago mareado pánico por lo que no te dicen me montan en el auto y el viaje más extraño aberrante largo unico hacia Monterrey, directo a cirugía...
Atte.
Carlos Rodríguez
Gracias por compartir, extraordinario relato. Muchas veces por la edad, no se tiene conciencia de la dimensión de riesgo.
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