lunes, 6 de octubre de 2014

El "Ya Basta" no es suficiente

El "Ya Basta" no es suficiente
por Carlos Rodríguez

Cada vez que veo una marcha o un banner en facebook que dice "Ya Basta de Asesinatos", "Ya Basta de Secuestros" y cosas así, no puedo más que pensar que es una acción inútil. Aunque la intención es honorable muchas veces le gritan Ya Basta a la persona equivocada.

El político, el policía o el miembro del ejercito o la marina que es honesto simplemente no puede atajar la cantidad de pedradas que arroja la delincuencia. Y aunque puedan ser pocos y nos escuchen, no pueden hacer mucho. La deshonestidad de un sólo miembro de cualquiera de esos grupos echa a perder cualquier buena intención y esfuerzo de los demás.

Por otro lado, el verdadero corrupto, asesino y secuestrador, simplemente no le interesa lo que grite una marcha ni un banner de facebook. Ellos van sobre el dinero y los "Ya Basta" pasan de largo.

¿Que sentido tiene entonces gritar Ya Basta?, ninguno. El que escucha no puede hacer nada y el que puede hacer algo, no le interesa. Hay voces que gritan "Fuera el PRI" o "Fuera el PAN" o PRD o la celebrada frase de Martí "Si no pueden, renuncien". Queremos la renuncia de alcaldes, gobernadores y presidentes. Queremos la renuncia de los directores de seguridad pública. Y es como si en nuestra mitología muy a la mexicana, con el sólo hecho de renunciar, se acabaran los asesinatos y secuestros. Las cosas no funcionan así. Podríamos traer gobernantes, policías y ejércitos de Japón y aún así el problema continuaría, porque el problema de fondo es persistente. Quitar a un gobernante corrupto es tan sólo quitar a una parte del sistema criminal. Faltan los criminales directos. ¿Quién podría detener a 100,000 civiles dedicados al narcotráfico y secuestro?

No hay solución fácil ni a corto plazo. México pasará décadas si no es que siglos con altibajos en la actividad criminal. Las regiones más activas cambiarán con el tiempo. Ahorita es Guerrero, pero en algunos años puede ser otra región. Como lo fue en su tiempo Cd. Juárez.

Pero esto no significa que simplemente dejemos de marchar y protestar. Convertirnos en víctimas pasivas mientras esto nos afecta, no es conveniente ni tiene sentido. Debemos seguir exigiendo justicia, pero tenemos que ser realistas, ni los Blindajes son blindajes, ni remover a un gobernador o alcalde acaba con el problema. De hecho ni atrapando al capo principal de una organización termina con el cirmen. ¿Lo debilita?, sí, pero no lo mata. Hay decenas de subcomandantes que pueden asumir el mismo puesto.

Uno de las bases esenciales del problema sigue siendo la demanda de las drogas. Los grupos criminales que se dedican a esto y toda su pirámide criminal, luego se dedican al secuestro. Así que se convierte en un cuento de nunca acabar. Y no cometamos el error de pensar que legalizar las drogas solucionará el problema como si esta fuera una varita mágina. Recuerden, hay 100,000 civiles dedicados a esto. ¿Ustedes creen realmente que al legalizar las drogas, se pondrán a estudirar y se irán a trabajar de abogados o licenciados?.  No. Se dedicarán al secuestro, al robo y otras actividades criminales en las que ya tienen experiencia.

Ciertamente que mi visión no es optimista, pero esa es la realidad del México que vivimos.

Tampoco cometan el error en pensar que sólo tienene la culpa los políticos, policías y miembros del ejército corruptos y los civiles criminales. No. Todos somos responsables, porque en los 50, 60, 70 y 80s permitimos, toleramos y nos hicimos de la vista gorda. El narcotráfico no nació de la nada. Nació de una idea de un padre de familia común y corriente como Juan  N. Guerra (Matamoros). Y luego los papás le enseñaban a los hijos. Y luego a sus nietos. Así que esto comenzó con familias comunes y corrientes.  ¿Cuántas familias permiten que sus hijos se dediquen a esto por el beneficio del dinero? ¿O creen que los criminales no tuvieron padres?

El otro gran responsable del desmadre que tenemos son los medios de comunicación, que han convertido en la violencia en un gran negocio. La violencia, la muerte y el secuestro vende muy bien. Y eso lo aprovechan todos los medios, desde La Jornada, hasta Televisa. Ellos no quieren que la violencia acabe. No conviene económicamente. De modo que muchas veces no sabemos la realidad de un problema, porque la tendencia natural es a exagerar. Que haya una masacre vende, que haya una marcha para pedir la renuncia de un presidente también vende. Si vivieramos en Suiza, los periódicos y noticieros se irían a la quiebra.

México tiene problemas, afortunadamente, las virtudes que tiene, superan por mucho estas situaciones. Yo todavía guardo la esperanza de un futuro mejor. Que aminore la violencia y que haya más tranquilidad en todos los estados, pero sé que es casi una utopía. Nuestra posición, entonces, tiene que ser defensiva y si vivimos en un país con problemas de violencia, pues adecuarnos mientras las cosas cambian.

Y por supuesto ccontinuar exigiendo, pero siendo realistas. No piensen que la violencia se acaba cuando una sola variable cambia.


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